miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ser o no ser adolescente, esa es la cuestión

Hoy en día muchos adultos se "quejan" de lo difícil que es ser padre, pero nadie se ha parado a pensar en lo complicado que es ser adolescente. Todas las mañanas madrugón, tras habernos acostado tarde por culpa del estudio, vamos al instituto, y por más que en ciertas clases nos entren ganas de dormir, como a los padres en el trabajo, no lo hacemos, porque hay más que aprender y estudiar, en cambio los "papás" con despacho propio se pueden pegar una siesta que nadie se entera. Además de esto está el tema de la ropa, no llevamos traje y cada mañana pensamos en que ponernos, un dilema continuo dado que queremos ir estupendas y a la moda, aunque no siempre se consigue. También nos empezamos a enamorar, por ello dejamos de estudiar y luego suspendemos.
Llegados a cierto punto debemos tomar decisiones que sinceramente no querríamos.
Pero ahora viene la cosa, los padres pasaron por eso y sobrevivieron, a si que nosotros también podemos. Propósito nuevo, dejar de intentar ser perfectos y aceptar que ser padre es seguramente más duro.
Oh, mierda un grano, no, definitivamente es más difícil ser adolescente, además somos el futuro (aunque no lo parezca)

martes, 27 de septiembre de 2011

79, realidad o ficción

Hoy en día, nuestra vida está condicionada por números. Para ir a trabajar cogemos el autobús número 28, en una perfumería nos compramos un frasco de Chanel nº 5 o el pintalabios color, mejor dicho número 147, y todo ello nos cuesta 98,37 euros. 
Pero en el amor, ¿también existen los números?
Recientemente curioseando descubrí una aplicación para medir el porcentaje de amor de una pareja, más o menos con todas las que probé acertó,con todas menos con una. Es raro,¿como una pareja cuyo porcentaje es de un 79%, que "está que arde" o a la que le "suenan campanas de boda" se separa? como de costumbre al preguntarles cuales fueron los motivos utilizaron la típica escusa: lo hemos dejado los dos, pero se veía claro que la culpa fue de ella.
De momento este joven está soltero, probablemente por temor a que su novia puede acabar siendo como su cuñada, algo de otro mundo (en el peor de los sentidos) y alguien "muy interesada" por su marido.
Tras escribir esto me pregunto yo, dejando los números a parte: el amor, es realidad o es ficción.